La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó hoy por unanimidad la condena a seis años de prisión contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, derivada de la causa “Vialidad”. Además, fue inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos, lo que prohíbe su candidatura a diputada en las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires.
La pena original fue dictada en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal 2, que encontró a la exmandataria culpable de administración fraudulenta por adjudicar de manera irregular obras viales en Santa Cruz a empresas vinculadas al empresario Lázaro Báez. Dicha sentencia ya había sido confirmada en 2024 por la Cámara Federal de Casación. Con esta decisión, la Corte repele el último recurso de la defensa y clausura todas las instancias judiciales nacionales.
Desde la Corte sostienen que se garantizaron los debidos procesos, que las pruebas fueron valoradas conforme a la ley, y que en los argumentos de la defensa no se hallaron irregularidades en las etapas previas. Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti fueron quienes coincidieron en que no hubo violación a garantías constitucionales y que el fallo de primera instancia se basó en fundamentos sólidos.
La decisión judicial desata consecuencias políticas inmediatas: bloquea la postulación de Cristina en las elecciones legislativas de septiembre y complica su retorno al escenario público. A sus 72 años, su defensa adelantó que buscará que cumpla la condena bajo prisión domiciliaria, amparada en los beneficios legales para personas mayores.
La reacción en la calle fue inmediata: manifestantes identificados con el kirchnerismo realizaron cortes en rutas y accesos a la ciudad, mientras sindicatos convocaban a protestas en rechazo al fallo, al que califican de “lawfare”. Mientras tanto, Javier Milei celebró en redes y afirmó que la justicia “funciona”, interpretando el fallo como el fin de la “impunidad”.
Los analistas prevén que este hito judicial puede inducir a un relevo generacional dentro del peronismo: figuras como Axel Kicillof, actual gobernador bonaerense, serían impulsadas a asumir liderazgo, mientras Cristina sigue siendo un símbolo poderoso para diversos sectores de la base. Sin embargo, su condición de dirigente polarizadora deja al partido ante un dilema: reconstruirse con nuevos referentes o mantener su estructura vinculada al kirchnerismo.
